Autora: Licda. Mabel L. Rivera Martínez, Nutricionista-Dietista Registro 308.
En nuestro país desde hace casi una década se ha iniciado la detección temprana del TEA (Trastorno del Espectro Autista) en sus diferentes tipos de presentaciones, motivo por el cual los profesionales de las ciencias de la salud nos hemos visto avocados al desarrollo y adquisición de nuevos conocimientos y estrategias para el manejo de ésta entre otras diversidades neurológicas.
En el campo de la nutrición, se ha abierto una puerta hacia un mundo para descubrir en cuanto al manejo nutricional de los niños con TEA. Es importante considerar que gran parte de esta diversidad en el neurodesarrollo está vinculada especialmente a la alteración sensorial, lo que afecta significativamente la alimentación en diversos aspectos. Esto se debe a la fuerte relación que existe entre los alimentos y sus cualidades organolépticas (como sabor, color, olor y texturas), siendo las texturas el mayor desafío.
Este manejo debe adaptarse a metas a corto plazo y evaluarse periódicamente hasta lograr que el niño acepte y se adapte a una alimentación más variada y equilibrada. Algunas consideraciones importantes son:
- el manejo de las porciones de alimentos escalonados por tiempos de comida.
- la selección de alimentos de frecuente consumo del niño junto con uno de nueva introducción que debe ser atractivo tanto en textura como imagen.
El manejo nutricional de los niños con TEA requiere un enfoque personalizado que respete sus sensibilidades sensoriales y sus particularidades alimentarias. Adaptar la dieta a corto plazo y con evaluaciones periódicas puede ayudar a introducir nuevos alimentos, fomentando una alimentación más equilibrada.
Este manejo debe adaptarse a metas a corto plazo y evaluarse periódicamente hasta lograr que el niño acepte y se adapte a una alimentación más variada y equilibrada. Algunas consideraciones importantes son:
- El manejo de las porciones de alimentos escalonados por tiempos de comida.
- La selección de alimentos de frecuente consumo del niño junto con uno de nueva introducción que debe ser atractivo tanto en textura como imagen.
Lo más importante en este proceso es lograr sostener en el tiempo la adquisición de nuevos hábitos cada cierto tiempo para lograr una integración completa a medida que el niño va creciendo y desarrollándose; es una tarea ardua y de extensión prolongada.
La mejor recomendación para los interesados en mejorar los hábitos alimentarios de su niño con TEA es que acuda a un profesional idóneo de la nutrición que le ayude en el proceso de modificar la dieta del niño.
Existen algunas publicaciones que hacen un llamado al uso de pre y probióticos, así como la eliminación del gluten, grasas saturadas, azúcar y colorantes artificiales entre otros aditivos, en la dieta común del niño con TEA, como mecanismo de control de los estímulos sensoriales que pueden darse con la alteración de la microbiota intestinal (disbiosis) por esta estar relacionada con inflamación de las neuronas del cerebro en el caso de los últimos mencionados, por la estrecha relación que existe entre el cerebro y el intestino. Por lo que su gradual reducción de la dieta hasta llegar a su eliminación podrían mejorar algunas de las alteraciones que presentan los niños TEA como la hiperactividad; sin embargo, hay miles de caminos por recorrer con respecto a esta temática que lleva muy poco tiempo dentro de la comunidad de investigación científica.
