Autor: Dr. Johny A. Castillo R. / Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública

En este día, destacamos los avances alcanzados, como el acceso a la terapia antirretroviral de primera línea, compuesta por fármacos más seguros, con menos efectos adversos y dosis simplificadas que han reducido la cantidad de píldoras al día. Estos avances no solo mejoran la calidad de vida de millones de personas para vivir de manera plena y saludable; sino que también favorecen una mayor adherencia al tratamiento. Sin embargo, este día también es un recordatorio de los desafíos que persisten: el estigma, la discriminación y las desigualdades estructurales siguen siendo barreras que limitan el acceso a servicios esenciales de salud, especialmente en las poblaciones vulnerables.

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Reafirmamos nuestro compromiso con las metas globales de ONUSIDA: alcanzar el 95-95-95 para garantizar que el 95% de las personas que viven con VIH conozcan su estado serológico, el 95% de quienes lo saben reciban tratamiento antirretroviral, y el 95% de quienes están en tratamiento logren la supresión viral. Además, trabajamos para cumplir los objetivos 10-10-10, eliminando el estigma, la discriminación y las barreras legales y sociales que enfrentan las personas afectadas por el VIH.

También destacamos la meta de eliminar nuevas infecciones, priorizando la prevención de la transmisión materno – infantil del VIH, asegurando que cada niño nazca libre del virus y cada madre reciba el apoyo y tratamiento adecuado.

Este 1 de diciembre, renovemos nuestro compromiso y transformemos el dolor y la pérdida en esperanza y acción. Porque juntos, podemos construir un mundo más equitativo y con oportunidades para todas las personas que viven con VIH/SIDA.