Autora: Dra. Cristina Batista / pediatra especialista en neurodesarrollo
La Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó el 2 de abril, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el objetivo de aumentar la comprensión y aceptación del trastorno del espectro autista (TEA). Esta conmemoración busca promover la inclusión y el respeto hacia las personas con autismo, así como destacar la importancia de la detección temprana y la intervención oportuna.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas, lo que subraya la necesidad de una mayor conciencia y comprensión. El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo brinda una oportunidad para:
- Sensibilizar: Informar a la sociedad sobre el TEA, sus características y necesidades.
- Promover la inclusión: Fomentar entornos inclusivos en la educación, el empleo y la vida social.
- Defender los derechos: Garantizar que las personas con autismo tengan acceso a servicios y apoyos adecuados.
- Impulsar la investigación: Apoyar estudios que mejoren la comprensión, el diagnóstico y el tratamiento del TEA.

La detección temprana del TEA es crucial para iniciar intervenciones que mejoren el desarrollo y la calidad de vida de las personas afectadas. Algunas «banderas rojas» que deben alertar a los padres y cuidadores antes de los 2 años son:
- Falta de contacto visual: El niño no establece contacto visual con sus padres o cuidadores.
- Ausencia de sonrisa social: El niño no responde con una sonrisa a las sonrisas de los demás.
- Retraso en el lenguaje: El niño no balbucea, no dice palabras sueltas ni combina palabras a la edad esperada.
- Falta de respuesta al nombre: El niño no responde a su nombre cuando se le llama.

- Movimientos repetitivos: El niño realiza movimientos repetitivos con las manos, los dedos o el cuerpo.
- Intereses restringidos: El niño muestra un interés excesivo en objetos o actividades específicas.
- Falta de juego simbólico: El niño no participa en juegos de simulación o imaginativos.

La intervención temprana marca una diferencia significativa en la calidad de vida de las personas con autismo. Ante cualquier inquietud sobre el desarrollo de su hijo, consulte a su pediatra.