Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el reconocimiento mundial de esta fecha data de 1999, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas realizó la declaración formal, instando a gobiernos, organizaciones y sociedad civil a realizar acciones de prevención, sensibilización y erradicación de este tipo de violencia.
La violencia contra las mujeres es una violación de derechos humanos y una realidad que muchas enfrentan en silencio. En el contexto legal panameño, según la Ley 82 de 4 de octubre de 2013, se entenderá por violencia contra las mujeres cualquier acción, omisión o práctica discriminatoria basada en la pertenencia al sexo femenino en el ámbito público o privado, que ponga a las mujeres en desventaja con respecto a los hombres, les cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, que incluye las perpetradas desde el Estado o por sus agentes.
-El impacto de la violencia en las víctimas es amplio y profundo, afectando su bienestar físico, emocional, psicológico, social y económico. Las mujeres que experimentan esta violencia sufren una serie de consecuencias que van más allá de las agresiones directas, repercutiendo negativamente en su salud, su autoestima, sus relaciones personales y su desarrollo profesional y económico.
-Las consecuencias físicas de la violencia contra la mujer son diversas y pueden variar en gravedad, desde lesiones visibles hasta problemas de salud crónicos que afectan el bienestar y la calidad de vida de las víctimas a largo plazo.
-Las secuelas psicológicas de la violencia contra la mujer pueden persistir durante años, incluso después de que la víctima haya abandonado la situación de abuso.
-Las consecuencias sociales de la violencia contra la mujer son extensas y afectan a las víctimas, a sus familias, a las comunidades y a la sociedad en general.
La violencia contra la mujer puede llevar a que la víctima y su familia se distancien de amigos, compañeros de trabajo y otros círculos de apoyo debido al control del agresor como a la vergüenza o el miedo de que la situación sea conocida por otros.
Dentro de los factores socioculturales que perpetúan la violencia podemos mencionar: el patriarcado y machismo, los roles de género y la representación de la violencia en los medios de comunicación
Panamá se une a la lucha mundial por la eliminación de la violencia contra la mujer. La violencia contra la mujer no es un hecho aislado: es una realidad que debemos reconocer, visibilizar y combatir cada día. Hoy, alzamos la voz por todas las mujeres y niñas que viven o han vivido algún tipo de violencia. No es solo un día: es un llamado a la acción permanente.
Recordemos que la violencia contra la mujer no tiene justificación, pero sí tiene solución. Si tú, o alguien que conoces, necesita ayuda, no estás sola. Busca apoyo. Denuncia ante el Ministerio Público. Juntas y juntos podemos construir un país más seguro y justo para todas y todos.
En Panamá, existen líneas de ayuda. Si estás en peligro, llama al 911 para emergencias. Para orientación especializada, puedes comunicarte con la línea 182, disponible las 24 horas. Además, en los Centros de Salud y Policlínicas contamos con personal para brindar atención por daños físicos y/o psicológicos que surgen como consecuencia de actos de violencia, los Centros de Atención Integral (CAI) ofrecen asistencia jurídica, psicológica y social gratuita.
Decir NO a la violencia es decir SÍ a la vida, a la igualdad y al respeto. Construyamos juntos un Panamá respetuoso, seguro e igual para todas las mujeres
