Mgter. Lizmaineth Hernández / Psicóloga clínica / Clinicaintegrap@gmail.com
«El Estrés Positivo: Una Fuerza Motivadora para el Crecimiento y el Rendimiento»
No todo el estrés, está mezclado de sensaciones de ansiedad y agobio, es perjudicial. Hay veces que debes hacer alguna actividad que se te presenta complicada y el resultado es muy satisfactorio, e incluso mejor del que pensabas que iba a ser. Esa sensación de haber realizado correctamente una tarea, trabajo o ejercicio es lo que denominamos Eustrés, el estrés positivo.
Por otro lado, tenemos Distrés, el cual podríamos definir como el estrés desagradable, el cual ocasiona un exceso de esfuerzo en relación con la carga, acompañando siempre de un desorden fisiológico. Las catecolaminas (neurotransmisores) producen una aceleración de las funciones y éstas actúan alejadas del punto de equilibrio, hiperactividad, acortamiento muscular, somatizaciones, en suma: envejecimiento prematuro, son los efectos secundarios del estrés negativo.

A modo general, tendemos a pensar en el estrés como algo meramente desagradable y dañino que nos hace sentir mal. No obstante, hoy día podemos conocer que existe otro lado del estrés y este es positivo, que nos hace sentirnos vivos y ver la vida como algo excitante.

Cuando tenemos retos a los que nos enfrentamos con entusiasmo, cuando luchamos por alcanzar una meta, cuando tenemos una razón para levantarnos por la mañana, es cuando experimentamos el eustrés. Paradójicamente, sin todo eso, la vida empieza a parecer vacía y sin sentido. Se puede considerar entonces, que es un tipo de estrés que nos mantiene felices y sanos.
En fin, lo que determina que un evento suponga eustrés o distrés no solo dependerá del evento en sí mismo, sino también de la percepción que una persona tenga de este. Por ejemplo, si en tu trabajo se te encomienda una tarea nueva, puedes verlo como un reto, o puedes verlo como una amenaza.

Si lo ves como una amenaza, pensarás que es muy difícil, que no tienes la capacidad de hacerlo, que no sabrás, que quedarás mal ante tu jefe… Es decir, que quedarías ante un distrés. En cambio, si lo ves como un reto, pensarás que vas a salir de la rutina habitual, que puede ser una oportunidad para quedar bien ante tu jefe, que tendrás que informarte porque no tienes claro cómo hacerlo, pero que enseguida encontrarás el modo porque confías en tu capacidad para solucionar problemas… Por tanto, estarías ante un eustrés.
Podemos contemplar como en pocas ocasiones tenemos a nuestro alcance elegir las impresiones que inciden sobre nosotros, sin embargo, es posible aprender a responder de una forma equilibrada.
¡Sólo de ti depende ver las cosas de un modo u otro!