Una alimentación saludable es fundamental para mantener un estado óptimo de salud y prevenir diversas enfermedades. Una dieta desequilibrada puede incrementar el riesgo de padecer problemas de salud.
Entre los riesgos de una alimentación no saludable tenemos:
- Incrementan las enfermedades cardiovasculares (infartos y derrames)
- Favorece la hipertensión arterial, diabetes y aumento del colesterol
- Aumenta el riesgo de cáncer
- Padecer de osteoporosis y enfermedades dentales
- Promueve el sobrepeso y la obesidad
- Produce deterioro de la memoria
- Eleva los estados inflamatorios y el dolor
- Altera el ritmo de recuperación física y aumenta el riesgo de lesiones
- Incrementa la fatiga y el cansancio tanto físico como mental
- Puede ocasionar insomnio o dificultad para conciliar el sueño
- Provoca desajustes intestinales y estomacales
- Contribuye al estrés y agotamiento
- Favorece la ansiedad y la depresión
- Facilita los trastornos de la alimentación
- Produce un envejecimiento acelerado